BioInformática.

[justify]Para empezar a hablar un poco de la relación de la bioinformática con la profesión de medicina y de nosotros como futuros médicos. Debemos saber en que realmente consiste la bioinformática, en que se basa y su aplicación. Tenemos que la bioinformática es la conjunción de Biología, computación y tecnología de la información según el texto tratado, que nos facilita el descubrimiento, predecir y crear nuevos horizontes y perspectivas a partir de las cuales se pueda tener conceptos unificadores y globales de todos los campos que abarca la biología como área de investigación y proyección.

A principios de los años 90, El llamado “genoma humano” es un ejemplo muy interesante de la bioinformática que no sólo abarca un área sino es un sector multidisciplinario como en epidemiología, en economía, en gestión sanitaria y ética médica. Otros sectores donde hay mayor influencia es en la Genética Médica, seguida de la bioquímica clínica, en inmunología, en estadística médica, filogenética, neurociencias, ciencias farmacéuticas, etc. Estos sistemas bioinformáticas están viados para la adquisición de datos, para la creación de programas para la visualización de los mismos, para control de reactivos y materiales, generación y ensamblaje de secuencia genética, predicción de la estructura proteínica, integración y ensamblaje genético y programas para clasificación y comparación, todo esto con el fin de tener un orden, una concisa y precisa identificación de patrones que puedan estar alterados en algún individuo. Los datos manejados marcadamente se hacen más presentes en la práctica médica. El reto de nosotros como futuros médicos es unificar la información clínica con la información molecular a través de la bioinformática para tener un mejor desempeño en nuestro campo de acción. Es decir, una unificación de las ciencias de la vida con las ciencias de la información para un mejor proceso de investigación, y desarrollo de sistemas para una mejor comprensión del flujo de información desde genes a estructuras moleculares. Así, nosotros podemos aprovechar este recurso desde la SALUD como una conducta fisiológica y su influencia para determinar enfermedades, como una ayuda médica. Para ser mas explicito la bioinformática nos proporciona centros de investigación distribuidos en la Net para identificación de la causa molecular de “X” enfermedad mediante secuenciación, centros de investigación genómica y proteómica para permitir el análisis e interpretación de estas bases de datos con el fin de un mejor desarrollo diagnóstico junto con la biotecnología.

Es decir, la biología molecular ya está implícita en el planeta y es tal como la estamos descubriendo sin modificaciones ni variables y, sus patrones se conserva y son los mismos para todos los seres humanos, por ejemplo el gen que codifica para la insulina el INS, localizado en el cromosoma 11p15.5, este gen en todos los seres humanos codifican para la misma proteína, gracias a la bioinformática esta información se archiva en una base de datos y mediante información combinada se forma una idea lógica de las actividades celulares, donde incluye secuenciación de nucleótidos y aminoácidos, dominios y estructuras de proteínas. Nuestro papel es importante aquí ya que mediante métodos de Northern Blootting o Southern Blootting u otros mecanismos moleculares podemos detectar la presencia o ausencia de alguna alteración a nivel proteínico y por lo tanto genético en nuestro paciente, y todo esto puede ser llevado a un historial de archivos del individuo.

Otra área de la bioinformática es el desarrollo y sistemas computacionales basados en modelos y materiales biológicos que incluyen biosensores computacionales basados en DNA para una secuenciación masiva y pesquizaje de muchas enfermedades, como se dijo anteriormente para una mejor identificación diagnóstico y tratamiento.

En conclusión, “La bioinformática aplica herramientas de computación en el análisis y la interpretación de datos biológicos. Permitirá en un futuro la comprensión funcional del genoma humano, abriendo puertas al diseño de drogas y a una medicina personalizada.” British Medical Journal 324:1018-1022, 2002.